Los últimos diez años han
sido extraordinariamente productivos en avances tecnológicos aplicables a
la educación para poder ofrecer lo mejor y lo más importante en
experiencias para los alumnos y hacer esto extensivo a un número cada
vez mayor. Está absolutamente comprobado que el uso de los «multimedia»
mejora el aprendizaje de los alumnos y al mismo tiempo reduce el tiempo
de instrucción y los costos de la enseñanza.
Los alumnos necesitan para su
futuro profesional de la utilización de los medios tecnológicos, ya que
varían enormemente en su habilidad de percepción y aprendizaje; por lo
tanto, en los requerimientos didácticos individuales. Algunos aprenden
fácil y rápidamente a través de informaciones orales o impresas y con un
mínimo de experiencias más directas. La mayoría requiere experiencias
más concretas que incluyan los medios audiovisuales.
Hay muchos factores
culturales que afectan el aprendizaje; por tanto los alumnos necesitan
de una amplia gama de experiencias que incluya aspectos reales,
representaciones visuales y símbolos abstractos. Las nuevas necesidades
y expectativas laborales que el alumno tiene aconsejan una mayor
participación del mismo en el aprendizaje mediante los métodos activos
de investigación y experimentación.
Los programas educativos
necesitan ser apreciados en términos de eficacia y flexibilidad de
aplicación en cuanto a tiempo, personal y recursos de que se disponga.
La demanda de empleo, exige una preparación que obliga al conocimiento
de todo aquello que tiene que ver con la sociedad de la información, las
nuevas tecnologías, la multiplicidad y variación profesional, la
interacción de recursos, y en fin, de todo aquello que facilita la
inserción laboral y profesional.
Los profesores, utilizando
las nuevas tecnologías, pueden liberarse para realizar trabajos de
orientación. Los nuevos patrones didácticos en los que se tiene en
cuenta las nuevas tecnologías y los medios de comunicación para mejorar
el aprendizaje suponen nuevas funciones de los profesores. No es el
profesor el que debe proporcionar toda la información, ya que esta se
puede presentarse más eficazmente por los medios apropiados, ya sea para
proporcionarla a grandes grupos o para que cada alumno la amplíe por sí
mismo en forma individual o para ser usada en un pequeño grupo de
discusión. Los profesores ya como individuos, ya como equipos se
encuentran liberados de trabajos rutinarios y pueden hacer el trabajo
verdaderamente profesional y creativo, la orientación de los alumnos que
hasta ahora se había descuidado. Este trabajo de orientación y guía
supone: amplia participación en la planificación y producción de
materiales audiovisuales para adecuarlos a las necesidades de los grupos
o de los individuos a que van destinados.
El uso de la tecnología para
mejorar la comunicación obliga a cambiar los métodos rutinarios por
otros más ágiles para alcanzar las metas educativas. La gran resistencia
del personal docente a estos cambios se debe a que, el romper con la
rutina perturba una situación habitual. También, inexactamente se cree
que los nuevos medios deshumanizan la enseñanza, desplazan a los
profesores y que la educación en consecuencia se hará autómata sin la
calidad humana que le da la comunicación entre profesor y alumno.
En la actualidad, con el
aumento de las disciplinas de estudio, del contenido de las mismas, la
especialización y el aumento de la demanda profesional, lo que realmente
sucede y de lo que generalmente se olvidan los educadores, es de que la
verdadera humanización y el sello personal sólo pueden conseguirse con
el uso adecuado de los recursos tecnológicos, que liberan al profesor
del trabajo rutinario y de la mera transmisión de información, para
permitirle realizar el trabajo de orientador y guía en la formación de
sus alumnos.
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